También conocida por escuela de alfarería y fábrica de cerámica, su creación fue impulsada por António Isidoro de Sousa, en 1893, en el ámbito de la acción de la Unión Vinícola y Oleícola del Sur. La designación dada a la escuela es un homenaje a su padre, António José de Sousa, que fue médico en Viana a partir de 1843.
Esta fue una de las primeras escuelas industriales de Portugal e, según cree João Sousa, la primera dirigida para el enseño de la alfarería. Los objetivos de António Isidoro de Sousa eran la enseñanza práctica de los procesos relacionados con los oficios de alfarero, de hornero de loza e de pintor cerámico, e que en las vacaciones hubiese también un curso de diseño aplicado a la alfarería, impartido por un profesor de las escuelas industriales. La administración disciplinar y financiera competía a la Unión, y la dirección y inspección técnicas al ministro de las Obras Públicas, Comercio y Industria que, en 1893, era Bernardino Machado, el mismo que ordenó la creación oficial de la escuela el 28 de Octubre de ese mismo año.
Para la creación efectiva de la escuela hubo la contribución financiera de la Unión (a la cual António Isidoro de Sousa prestó parte del dinero), del Instituto de Piedad y Beneficencia, de la parroquia, de la cámara municipal y de la populación, por suscripción pública. El Ministro de las Obras Públicas invistió una pequeña cuantía. 
En 1894, el curso de diseño era impartido a la noche, en la ermita de São Sebastião, con una asistencia de 47 personas.
El objetivo de crear la escuela era enseñar a las clases populares, les dando un oficio y, luego, un medio de subsistencia, al mismo tiempo que se estimulaba la economía local. Se pretendía mano-de-obra especializada para asegurar una producción constante en el tiempo y en el espacio. La escuela democratizó el acceso a los métodos y técnicas del trabajo en barro, que antes se cerraban solamente en algunas familias de alfareros.
Tuvo maestros y profesores notables, tales como el maestro Francisco Lagarto, de gran cualidad como maestro alfarero y de elevadas cualidades humanas; el pintor Júlio Resende, que habrá sido el precursor de la pintura en cerámica en Viana; y el profesor Aníbal Alcino, que modernizó los métodos de trabajo y de enseño.
La escuela entró en declive en 1900, acompañando el declive de la propia Unión, que acusaba dificultades financieras.
Ya en 1948, la escuela fue convertida en taller de alfarería, en la dependencia de la Escuela Industrial y Comercial de Évora (hoy Escuela Secundaria Gabriel Pereira). Pero en el año escolar de 1953/1954 llegó a tener cerca de 70 alumnos, siendo este el año más brillante de su existencia.
En 1964, el taller fue convertido en Ciclo Preparatorio, siguiendo, a pesar de eso, en la dependencia de la escuela de Évora. Todavía, en 1968, el Ciclo Preparatorio se tornó independiente de la escuela de Évora y la escuela empezó a llamar-se Escuela Preparatoria António José de Sousa. La alfarería dejó, entonces, de ser una disciplina individual para empezar a estar inserida en la disciplina de trabajos manuales.  
 

REFERENCIAS 
ALCINO, Aníbal, Um professor no Alentejo: crónicas, s.l., Câmara Municipal de Viana do Castelo, 1989.
BANHA, Luís Miguel, ILARVS: Contributos para o estudo da olaria tradicional de Viana do Alentejo, Viana do Alentejo, Câmara Municipal de Viana do Alentejo, 2014.
ESPANCA, Túlio, Inventário Artístico de Portugal: Distrito de Évora: Concelhos de Alandroal, Borba, Mourão, Portel, Redondo, Reguengos de Monsaraz, Viana do Alentejo e Vila Viçosa, Lisboa, Academia Nacional de Belas-Artes, 1978,Tomo IX, Vol. 1.
GAMEIRO, Fernando, Com engenho e arte: ensino técnico em Évora durante a I República: a Escola Industrial e Comercial Gabriel Pereira, Lisboa.Évora, Colibri.CIDEHUS-UE, 2011, (Biblioteca Estudos & Colóquios, 26).
SOUSA, João Manuel Santana de, História da Primeira Adega Social Portuguesa, Viana do Alentejo, Câmara Municipal, 1993.