Las "misericordias" son instituciones cristianas de asistencia social existentes en Portugal desde 1498 con la finalidad de ayudar a los necesitados de una forma muy abarcadora: los pobres, los enfermos, los presos, los huérfanos y las viudas.
A pesar de las dudas que tienen existido sobre la fecha de fundación de la Santa Casa de la Misericordia, podemos hoy afirmar que fue fundada en 1516, el mismo año en que el rey Manuel I concedió al pueblo la Carta Leitura Nova. Sin embargo, la institución solo fue confirmada por carta regia del rey João III, el 15 de diciembre de 1525.
La pérdida de la documentación de la Misericordia al largo de los siglos hace con que hoy en día no sea posible conocer su historia más antigua, a menos que de una forma ocasional y, a veces, indirecta. Sin embargo, está identificada en una carta regia del 20 de septiembre de 1608, que determinaba que quien desempeñase la función de Provedor, secretario o miembro de la Mesa sólo podía ser reelegido tres años después de la última vez que haya ocupado el puesto.
Ser Provedor de una Misericordia fue siempre una posición de prestigio social, desempeñado por las figuras más prominentes de las localidades. En el caso de Viana, Rodrigo de Vilalobos es el Provedor más antiguo de que haya registro conocido, en desempeño del cargo, supuestamente, en 1543, y, seguramente, en 1551. Ya en el siglo XVII se conoce la existencia en Viana de individuos de la élite local con el mismo apellido y la toponimia rural de los alrededores del pueblo también lo registró.
Incluso en el siglo XVI - con evidencias para el primer tercio del siglo, según Túlio Espanca - la iglesia de la Misericordia fue construida dentro del borde del castillo. Posiblemente el espacio ocupado por el edificio fue donado por la cámara, que también funcionaba dentro del recinto amurallado.
También en una fecha incierta del mismo siglo fue integrada en la Misericordia el albergue o hospital preexistente, de origen medieval, anejo a la iglesia de Nossa Senhora da Graça.
Ya en el siglo XIX, los propósitos de la hermandad eran aún los primitivos, o sea, adorar a Dios y practicar todas las obras de Misericordia, tanto corporales como espirituales. Continuaban a merecer-le especial cuidado sustentar el hospital; proporcionar asistencia domiciliaria a los enfermos pobres; organizar fiestas religiosas, velatorios y otros actos religiosos que solía celebrar; ayudar los asilos de huérfanos y de inválidos de la feligresía; promover la designación de delegados de diferentes establecimientos y corporaciones de beneficencia del pueblo; proporcionar ayuda domiciliaria a los enfermos pobres de la feligresía de Aguiar; subsidiar la educación primaria a los pobres y preservar y aumentar la biblioteca, fundada en 1855. Hasta el siglo XIX continuaba haciendo-se la fiesta de Nossa Senhora da Graça, el 15 de agosto, santo patrón del viejo albergue. En ese día se repartían limosnas de pan cocido y de carne a las familias pobres, ya determinadas en el Compromiso de la antigua Hermandad de los Ovelheiros (1319).
La Misericordia tenía, también, una botica, o farmacia, que, como el hospital, debería ayudar a los enfermos pobres y que funcionó inicialmente dentro del castillo y, más tarde, en la plaza.
Ha existido también una otra institución con alguna importancia local cuya administración estuvo a cargo de la Misericordia. Se llamaba Asilo Jesús María José y fue creada en 1908 por testamento de Doña Inês Maria Bule, documento mediante el cual dejó sus bienes a la Santa Casa para establecer un asilo para ciegas. Este fue inaugurado el 8 de diciembre 1914.
Hoy en día, la Santa Casa sigue llevando a cabo los fines para los que fue fundada, habiendo llegado en 2016 a sus quinientos años de Historia.

REFERENCIAS 
FARRICA, Fátima, "Inventário do Arquivo da Santa Casa da Misericórdia de Viana do Alentejo", A Cidade de Évora: Boletim de Cultura da Câmara Municipal (2ª Série), nº 8, 2009, pp. 601-635.
FARRICA, Fátima, No Espaço e no Tempo: Contributos para a História das Instituições de Viana do Alentejo (Séculos XIV-XX), Casal de Cambra, Caleidoscópio, 2015.